miércoles, 18 de marzo de 2015

Nueva Localización para La Planta de Duelas Brutas de Boutes

La producción de duelas brutas destinadas a las barricas Boutes se realizará, a partir de ahora, en Buxières-les-Mines, en el Allier, en un lugar más amplio y mejor comunicado que la antigua implantación situada en el mismo departamento, en Louroux-de-Bouble. La distribución del lugar y de los espacios de producción permite ofrecer a los empleados condiciones de trabajo óptimas. 




La merranderie de Boutes entra en una nueva era. Su localización actual en Louroux-de-Bouble (Allier), en instalaciones anticuadas y exiguas, pronto será cosa del pasado. Tras largas prospecciones, la dirección del grupo ha encontrado un nuevo emplazamiento más adaptado y más amplio en Buxières-les-Mines. Esta localidad también forma parte del Allier, un departamento que Boutes no quería dejar debido a su reputada riqueza forestal, la del Tronçais por supuesto, pero también los bosques «futaie» de Marcenat y Grosbois. La nueva planta estará operativa a partir de finales de año 2014.

Fueron varios sitios los que se barajaron, pero el elegido fue el de Buxières-les-Mines debido a sus numerosas ventajas: una edificación ya existente, un parking asfaltado, un buen acceso por carretera, incluso en caso de nieve o hielo, un ayuntamiento atento y amplios terrenos disponibles. En efecto, Boutes se instalará en un terreno de 5 hectáreas. Una superficie que cuenta, sobre todo, con zonas para almacenar los troncos y recoger el agua de lluvia. «En este lugar tenemos guardado un volumen de troncos equivalente a un año de actividad», informa Eric Barthe, director general de Boutes. «Hay que regarlos permanentemente para evitar que estalle la madera o que sea atacada por insectos xilófagos. Por eso, hemos dispuesto estanques para recuperar el agua de lluvia y luego reciclarla».

Los troncos son regados permanentemente. «Desde finales de marzo a mediados de noviembre, el riego se realiza las 24 h del día», explica Pascal Faroux, responsable de la producción de duelas brutas del grupo Boutes. «Para poder disponer de volúmenes de agua suficientes, el agua de lluvia se recicla en circuito cerrado. El agua que vuelve a caer al suelo después del regado se recupera y se reconduce a un estanque de decantación. Luego pasa a un estanque de retención antes de ser extraída para su reutilización mediante bombas equipadas con un sistema de filtración y gestionadas automáticamente. Si una de ellas se estropea, la otra funciona al 100% para no detener el riego». Junto a estos estanques –dos de los cuales se asemejan a piscinas olímpicas por su tamaño–, hay cuatro zonas de almacenamiento de los troncos regados, donde permanecen entre 8 y 12 meses, y un stock de madera seca destinada a ser trabajada rápidamente.

Queda una zona por utilizar. «En el futuro podríamos instalar el parque de secado, actualmente situado en Marcenat, en el sur del Allier. Nos reservamos la posibilidad de transferirlo a Buxières», precisa Eric Barthe.

La nueva planta de duelas brutas de Boutes está dotada de instalaciones más grandes que en Louroux-de-Bouble. «Hemos agrandado el taller de producción existente, pasando de 800m² a 1.600m²», prosigue el director general. «Este edificio ofrece más espacio y mejores condiciones de trabajo, tanto por la facilidad de circulación entre los puestos, como por el aislamiento y la instalación de nuevas máquinas. Hemos querido aligerar al máximo los esfuerzos físicos que han de realizar los 15 empleados transferidos de la antigua planta, a los cuales se han unido recientemente otras dos personas».

UN CINTA TRANSPORTADORA PARA REDUCIR LA PENOSIDAD LABORAL

Para transportar los cuarterones de madera hasta los puestos de los serradores y que estos no tengan que cargar con ellos, se ha instalado un ingenioso sistema. «Estas manutenciones eran penosas y peligrosas y algunos de nuestros empleados ya están cerca de la jubilación», explica Pascal Faroux. «Esta es la razón por la que hemos desarrollado un transportador de cuarterones con cajones, una especie de cinta transportadora con un “expendedor” de madera. Los empleados no tendrán más que tomar el cuarterón del cajón que llega a su altura sobre su mesa de trabajo».

La fábrica de duelas brutas de Boutes en Buxières cuenta también con una nueva canteadora de 7 metros de largo, que elimina la albura y la corteza para dejar únicamente la materia noble. «Esta herramienta especialmente diseñada para las duelas brutas está provista de cuatro láminas, dos fijas y dos móviles», pormenoriza Pascal Faroux. «También tenemos una nueva cortadora, que divide los cuarterones con un rendimiento optimizado y más rápido, y una descortezadora de troncos. Gracias a esta máquina en el taller entrará únicamente madera sin corteza, lo que va a permitir a los empleados ganar tiempo y trabajar con mayor seguridad».

La distribución general del recinto ha sido diseñada siguiendo un esquema de circulación lógico y seguro. «En el sur, hemos creado una entrada específica para los camiones que traen los troncos con el objetivo de minimizar los riesgos de accidente en la vía de entrada», prosigue Pascal Faroux. «En cuanto entran al recinto, los caminos se ven dirigidos enseguida a las zonas de almacenamiento de madera. Cuando llega el momento de trabajar los troncos, estos son transferidos a las hendidoras situadas a proximidad. Una vez listas, las duelas brutas salen del taller por la zona de carga situada al norte. Hay una mejor coherencia logística que la que había en Louroux-de-Bouble, donde la zona de circulación era exigua y los flujos de camiones se cruzaban».


Boutes ha invertido en este nuevo recinto un total de más de 3 millones de euros. Evolutividad, espacio, buen acceso por carretera, disminución de la penosidad... la nueva fábrica de duelas brutas no tiene más que ventajas en comparación a la de Louroux-de-Bouble. «Más que un aumento de la producción, lo que hemos querido ha sido facilitar unas condiciones de trabajo óptimas», declara Eric Barthe. Una opinión que concuerda con la declaración de Pascal Faroux: «Para mí, Buxières es un paraíso en medio de los bosques». De hecho, la zona de actividad del municipio se llama La Croix du Chêne (La Cruz del Roble), un nombre cuanto menos predestinando a acoger una fábrica de duelas brutas que trabaja exclusivamente esta noble madera...

jueves, 23 de octubre de 2014

Duelas de Calidad BOUTES

Desde ya, Boutes pone a su disposición staves (duelas o planchas genéricas) elaboradas con la misma madera que se utiliza para fabricar las duelas de las barricas. Una diversificación de productos resultante de un esmerado proceso que lleva su sello de calidad.

Un nuevo producto completa la rica gama de la tonelería de Boutes: las staves, sometidas al mismo grado de exigencia que las barricas de esta firma. “Nosotros no pretendemos competir con los grandes actores que, desde hace tiempo y en gran volumen, comercializan productos alternativos”, explica Julien Ségura, Director comercial y de marketing. “La oferta de nuestra gama staves pretende dar respuesta a las expectativas de algunos de nuestros clientes internacionales, que satisfechos con las características organolépticas de nuestras barricas, desean encontrar esta técnica aplicada en productos destinados a tipos de vinos que no pasan por el tonel.”

Las staves no socavan la calidad Boutes. “Nuestra empresa ha utilizado su experiencia y pericia en tonelería para desarrollar una oferta de staves que no se considere como un producto alternativo, sino como un verdadero subproducto de la tonelería. Esta diversificación nos permite subrayar la calidad de la materia prima de la que disponemos”, continúa Julien Ségura. “De todos los productos alternativos presentes en el mercado, las staves son los únicos que se aproximan a la barrica en materia de calidad de madera y, por eso, hemos decidido que sólo ofertaremos este tipo de producto alternativo.”

La madera destinada a la elaboración de staves Boutes es exactamente la misma que se utiliza para la fabricación de barricas de dicha firma. En ambos casos, la calidad es fruto de una selección rigurosa. Resultante de la madera de tonelería de calidad duela, las staves están sometidas a un tiempo de secado y maduración al aire libre de entre 16 y 24 meses.

Con objeto de garantizar la reproducción del perfil aromático deseado, Boutes ha optado por un método de tostado de duelas por infrarrojos, que se realiza en un túnel de tostado y no en un horno. Se proponen varios niveles de tostado. “La variación de la velocidad de paso de infrarrojos, así como su intensidad, ofrece una respuesta más aproximada a las expectativas de nuestros clientes”, precisa Julien Ségura.


Las staves Boutes miden 95 x 5 x 1 cm de espesor. Su entrega se realiza en paquetes termosellados de 22 duelas. Cada paquete representa una superficie total de contacto de 2,5 m² y un ratio equivalente barrica de 1,3.

El resultado del uso de staves para el envejecimiento del vino no es comparable al de una barrica. Las staves impiden una oxigenación controlada, pero su efecto se materializa en la complejidad aromática, el volumen y la estructura del vino. Este tipo de productos va destinado a vinos distintos a los que envejecen en barricas. Estados Unidos, los mercados del hemisferio sur, Australia, Sudáfrica y Nueva Zelanda sobre todo, son grandes consumidores de staves. Pero esta práctica se desarrolla en Francia cada vez más desde que la reglamentación vitícola la autoriza bajo ciertas condiciones. En cualquier caso, ¡Cada país y región tiene una legislación propia que regula el uso de este tipo de productos para la elaboración del vino!

viernes, 17 de octubre de 2014

ISO 14 001: Boutes se compromete por una mayor seguridad

Boutes renovó su certificación ISO 14 001 el pasado diciembre, pero no hay que relajarse. Esta iniciativa tiene que formar parte de un proceso de evolución continua. La dirección de Boutes ha decidido integrar en su certificación todo un apartado sobre la seguridad de sus empleados.

En enero de 2010, Boutes obtuvo su certificación ISO 14 001 de gestión medioambiental. El pasado diciembre, se renovó su certificación, lo que ha supuesto una gran satisfacción para la dirección y para sus empleados, pero eso no es todo, ni mucho menos. “Tenemos que conservar esta certificación, continuar movilizando al personal, mejorar aún más la gestión medioambiental”, declara Julien Ségura, director comercial y de marketing. Para ello, la dirección de la empresa ha decidido añadir a la certificación un nuevo apartado, en relación a la seguridad de sus empleados.



“La norma ISO 14 001 no lo exige pero creemos que, más allá de la seguridad medioambiental, es importante añadir otros compromisos en materia de seguridad laboral, como por ejemplo, la disminución de la penosidad del trabajo. No queremos limitarnos a lo mínimo exigido por la ley o la norma.” La empresa ha elegido implicar a los empleados en la identificación de riesgos existentes y la búsqueda de medios para evitarlos. Cada miércoles durante un mes y medio, todos los empleados, incluido el personal administrativo, trabajaban en grupo. “Los empleados son los más adecuados para reflexionar sobre las medidas que habría que tomar frente a los riesgos”, apunta Julien Ségura. “Se trata de un punto fuerte de la iniciativa de la empresa. Los empleados se han implicado mucho en esta reflexión”, informa Philippe Trouvé, responsable de calidad, seguridad y medio ambiente. “Que les atañe, es algo evidente. Los empleados saben perfectamente que puede sufrir dolores lumbares, tendinitis, heridas con las limaduras de hierro, por ejemplo.”

La reglamentación exige la redacción de un documento único de evaluación de riesgos, que debe revisarse cada año y completarse si se incorporan nuevas máquinas o procedimientos. De esta manera, los empleados, organizados en grupos de trabajo, han validado los riesgos identificados en cada sección y la clasificación de los peligros en función de frecuencia y gravedad. También han propuesto soluciones, “como, por ejemplo, una pequeña cadena para evitar una apertura brusca del aro provisional colocado en la barrica durante el tostado, que tan solo tiene un pasador como sujeción”, indica el responsable de calidad. Después, la dirección estudia las propuestas de los empleados. Por el momento, se ha decidido la construcción de un sistema de carga y descarga. “Se trata de una inversión de 20.000 a 30.000 euros. No tenemos una plataforma segura para la carga de las barricas en los contenedores. La carga se efectúa en tres niveles, hasta 4 metros de altura, y el riesgo de caída de una barrica sobre el empleado es alto, aunque facilitemos las indicaciones necesarias para una buena carga.

El apartado de seguridad que Boutes ha añadido a su certificado ISO 14 001 incluye otros puntos, como el mantenimiento de una zona de máquinas en perfecto estado de funcionamiento y conforme a las normas, la verificación regular del circuito eléctrico, medidas contra incendios (termografía, formaciones)...

“Todo ello constituye un avance importante por el bien de la empresa y de sus empleados”, concluye Julien Ségura. El próximo otoño se llevará a cabo una pre-evaluación del dispositivo elaborado por la tonelería y las acciones enmarcadas en la norma ISO 14001. Dos meses después, tendrá lugar el test real de “vigilancia anual” realizado por el grupo Afnor. Actualmente, Boutes sigue siendo la primera tonelería francesa que ha obtenido una certificación internacional que da fe de un compromiso completo a favor del medio ambiente y también, a partir de ahora, a favor de una seguridad laboral máxima.